ÉRAMOS

Éramos inocentes casi decentes
cuando nos conocimos en aquella calle fría,
tú, disfrutando de las muñecas y yo de carritos en grupo,
sin pensar que aquella tarde de invierno
dejarías las manos maternas,
por una mirada profunda junto a un beso eterno.

Éramos niños en busca de alcanzar felicidad,
sin importar el que dirán...
éramos niños que a la hora de vernos
nos convertíamos en adultos,
sin importar que semanas después
nos chocaríamos con la verdad.

Me regalaste tu rosario de bautizo
mientras soñábamos casados en nuestro hogar
o quizás juntar dinero para algún día poder escapar....
tu doctora... yo maestro te decía,
mientras la lluvia en aquel lugar
nos regresó de una bofetada a la realidad.

Éramos niños que jugábamos a tocarnos
y así poder explorar lo desconocido,
mientras nuestros ojos nos decían
que esto muy pronto, se nos iba acabar.

Pasó el tiempo y nos olvidamos
de la “barbis” y los carritos de juguete,
solo éramos tu y yo
jugando ser felices,
prometiéndonos que el tiempo nos iba a respetar....
pero que un día te fuiste dejando todo atrás.

Ahora echado en cama solo y sin amigos,
con dolor a punto de partir tendido en este hospital,
recuerdo con nostalgia
aquel pasado tan singular,

que alguna vez con dolor

me propuse a olvidar.

Jiguem