EL DÍA QUE CONOCÍ LA FELICIDAD

Debo confesar: Este día fue trágico para mi; una tasa con té, que se me derramó en el pantalón de color claro al tomar el desayuno, una llave que se me olvidó dentro de mi cuarto. demorando mi salida a la calle, unas hojas de trabajo que nunca puse en mi mochila. dándome cuenta cuando llegué a la escuela y caminando por la calle, pisé excremento de perro recién fabricado.

¡¡¡Qué difícil fue todo esto¡¡¡ pero y ahí no queda la cosa, por que cuando continuaba con mi vida “dizque normal” y pensé que la situación ya se había tranquilizado, pero todo empezó de nuevo. Recuerdo que al entrar al internet, sentí que alguien me observaba por alguna rendija, viendo que hacía, sin respetar mi privacidad; luego un correo que se negaba abrir y lo peor la computadora que estaba utilizando se colgó y tuve que mandar al tacho, toda mi información conseguida- ¡¡¡maldita sea¡¡¡ dije... Malhumorado regresé a casa.

Confieso.... el día estaba color plomo y yo, ya estaba con el peor humor, mis horas se hacían muy largas y cada segundo que pasaba era muy amargo, mas cruel y sobre todo muy tedioso, y mientras mi reloj apuntaba las 4 de la tarde una llamada telefónica me señalaba que tenía que ir a la casa de una tía, que por cierto no estaba cerca de la mía; hice todos los preparativos para irme hacia allá, sin sospechar que seguiría con mas de lo mismo.

"....Dándome cuenta, que todo se transforma en felicidad,

si te dan felicidad"

¡¡¡Terminastes de hacer lo que te encargué....¡¡¡ escuché; miré hacia el fondo de mi casa y mi madre empezó a llamarme la atención por que no había hecho su pedido; ya se imaginarán el concierto de ajos y cebollas que organizó en casa, no me quedó otra que hacerlo veloz y salir disparado, hacia la casa del familiar – por que pensé que allí se convertiría en mi refugio de paz. ¡¡¡Hoy me he levantado con el pie izquierdo, que jodido y cruel es todo esto¡¡¡ - pensé para mi.

Llegué a mi destino y solo me quedé diez minutos, por que recuerdo que salí corriendo de la maldita casa, pues sentí que estaba peleando con el mismo diablo. Al salir a la calle y con toda mi furia multiplicada encima, el cuadro cambió; vi, a unos tres metros de mi, que una niña que se había caído y su llanto empezó hacerse notar, nunca supe en ese instante, donde dejé mi cólera, pero toda la rabia interna se me fue y di alcance a la pequeña que lloraba, no se cuanto tiempo estuve con ella; por que cuando la vi, noté su mirada tan linda, tan tierna, tan candorosa, todo el amor que me fue arrebatado durante el día, por que me regaló una sonrisa, que hizo que dejara de odiar todo el pasado que tuve.

Solo me bastó verla feliz y sentirme en los campos elisios, dándome cuenta, que todo se transforma en felicidad, si te dan felicidad; confieso que al momento de verla y ella regalándome una carita amable, sentí que todo lo que pasé, se había quedado en el olvido, todo la impotencia de no encontrar una salida de paz y amorosa, quedó descartada.

Quedaban pocas horas para oscurecer, llegar a casa y descansar, pero después de ayudarla y ella, me regalase esa sonrisa, juro que me sentí nuevo, fuerte y percibí que el alma feliz, había regresado a mi.

Joguev