NAVIDAD:
regalos, luces y recuerdos

Muchas veces, cuando llega el mes de diciembre y veo por primera vez esas luces tan llamativas en las ventanas y paredes de las casas como dándole la bienvenida a navidad, me siento algo triste, no sé, si será, por la infancia que tuve, por que fue vida “perfecta” para un adulto, o por que navidad siempre lo relacioné inconscientemente con la tristeza y la soledad de nuestros corazones, que padecemos los hombres, aquí en la tierra.

Cuando era niño y veía que llegaba estas fechas, sentía que no era feliz, por que sabía que dejaba mi colegio que por cierto quiero mucho y por que no disfrutaba como ellos lo hacían. Pues para ser sinceros, los adultos nos pintaban maravillas a nosotros los niños, ese dia, nos decían que la navidad era para los niños y que Papá Noel vendría con nuestros regalos, pero la verdad, era que ellos (los adultos) se ponían a disfrutarlo con jarana incluida y nos dejaban de lado; nos decían que nos iba a llegar el regalo que habíamos pedido al barbudo, pero ese regalo muchas veces no llegaba o si llegaba era ropa y libros, etc. ¿Qué niño quiere ropa y libros, como regalo en navidad? - nunca recibí un juguete como yo realmente quise, y no era por que no tenían dinero, si no, por que creo yo; ellos, no tenían la fuerza y voluntad de hacerlo.

Sé que se ve muy envidioso de mi parte pensar y escribir así, pero realmente era un niño y quería mi juguete, ¿Cuánto me hubiera gustado tener un carrito a pedal o ha baterías y poder manejarlo? O ¿recibir un robot parecidos a los transformes? - nunca lo recibí, solo pequeñas pinceladas de cariño, además, de la clásica y hasta obligada cena y abrazo navideño.

Lo único feliz que hacía y a la vez triste, era irme a escondidas al balcón del tercer piso de la casa y mirar todo el panorama que brindaba esa noche, miraba la ciudad, las luces, los cuetones, las ráfagas de luces, era feliz viendo eso, y me quedaba viendo a la gente que pasaba presuroso para llegar a sus casas, esos abrazos entre los vecinos, era bello verlo desde mi perspectiva de niño. Y triste, por que en ese momento pensaba en aquellos niños que no tenían un hogar donde pasar su navidad, en aquellas personas que lo habían perdido todo, en los presos, en los que estaban fuera de su país, lejos de su gente, su familia, etc. En las personas que trabajan esas horas y que horas mas tarde, recién mirarían a su familia, en los que habían pasado luto hace semanas y a todas esos enfermos de los hospitales que no tenían otra cosa que mirar las ventanas y ver algún fuego artificial que la noche regalaba.

Siempre recuerdo esa etapa de mi vida, cuando veo las luces navideñas, aún que, en la actualidad las cosas han cambiado en casa, (pues no en la sociedad) pero siempre recuerdo a ese niño que fui y esta vez estoy dispuesto a subir al balcón de la casa y ver nuevamente ese mismo paisaje, no sé si miraré feliz como lo vi en aquellas épocas, o soltaré alguna lágrima recordando lo duro que fui conmigo y con los demás.

Jiguem