HOY…

Hoy descubrí lo que significa una puñalada,
de esas que dejan un dolor en el alma y no en el cuerpo,
de las que con sólo una actitud,
entierra la esperanza, la alegría y la amistad.

Hoy vi como se quema la conducta,
los amigos, y todo el pasado en su conjunto,
despojando la sede del ministerio del cariño,
de la tierra que creí fértil
y sólo te das cuanta que es un espejismo humano,
una falacia que hace heridas.

Hoy enfaticé en mi recuerdo,
un dicho de mi madre que siempre combatí
para algún día encararla:
“Los que dicen ser tus amigos, son tu verdaderos enemigos”
y para ser sincero y a pesar de todo…
me cuesta creerlo, como aceptarlo.

Hoy, aun que quise engañarme,
me refugié en mi soledad atrayente,
por la rapidez brutal de la maldad viviente,
palpité la hipocresía, la arrogancia,
una enfermedad llamada idiotez y una supremacía envenenada.

Hoy caminé por la vertiente de la crueldad,
por ese capricho humano de seguir el rumbo de ser una mierda
cada vez que aparece y se esconde el sol,
de esa conducta comprada por el dinero
que cambia muchas veces la conciencia y el rumbo de la gente,
por esa sucia razón terca de suprimir conciencias de gente débil.

Hoy perdí la fe en ti,
por que pude ver en tu corazón un revolver,
es por eso que doy paso a mi soledad fiel que nunca me falla
y no me hace tragar cuchillos.

Hoy probé el vino que gracias a ti
se convirtió en vinagre,
y que supuestamente lo abrí
para festejar algo bienaventurado.

Jiguem