ESCONDITE A MEDIAS...

Una lámpara que esta a punto de jubilarse,
un reloj a pilas pero sin baterías,
un recuerdo al filo de mi cama que me incomoda cada día
ya que su paso por mi nariz insiste que sigues viva...
y yo aquí.

Un piso de cemento gastado por el andar,
unas zapatillas que ahonda y abre mas la herida,
una cama que extraña tus movimientos acrobáticos
y una permanencia en mi mente como seso
terco de no querer morir.

Miro y re-miro las cuatro paredes de mi escondite diario,
como queriendo encontrarle alguna
forma de lo ya establecido,
un ropero que me hace una guiño
como queriéndome decir que
no pierda el tiempo pensando en absurdos
y una mente terca de masoquismo.

Y por qué será que nunca te irás?
aunque ya utilicé todo tipo de ambientadores
para alejarte de mis recuerdos,
ahora mi recompensa se ha convertido en todo un desafío....
y yo no se que hacer¡¡¡¡¡
bella ladrona, dueña de pertenencias ajenas
con valor sentimental.

Debo confesar que acabo de declararte la guerra,
aunque se que no estarás mas,
pero casi de rodillas pido que te vayas de este lugar,
ya que no me dejas descansar
y mis ojos con dolor se quieren ya desarmar....

Aunque la mesa de noche solo sirve para poner tristezas,
este es mi escondite de toda una vida
que pocos se atreven a entrar,
y por mas que la llave accede fácilmente
la presencia de armas convertidas en libros con sabor a polvo
Aleja a todo mundo,
y allí es donde entras tú.

Jiguem